Víbora cornuda del desierto (Cerastes
cerastes). Los colmillos huecos se desenvainan justo antes del
ataque de la víbora, y después se clavan profundamente para bombear
el letal veneno en la víctima. Cuando se asusta, la serpiente agita
la cola, como un gato enfadado. La víbora puede ser amarilla, parda
o gris, para adaptarse al color de la arena del lugar.
Puede llegar a medir hasta 60-70 cm.
Come presas como pequeños mamíferos y lagartos. Tiene largos
colmillos que contienen un veneno de acción rápida. Sus táctica de
caza es a la emboscada.
Puede llegar a vivir hasta 17 años en
cautividad. Si la víbora cornuda del desierto se
siente amenazada, se frota las escamas para producir un sonido agudo,
con la esperanza de espantar a los enemigos.
Los encantadores de serpientes
norteafricanos recorren a menudo a la víbora cornuda del desierto en
sus actuaciones, debido a su aspecto amenazador. Pero si no pueden
hacerse con un ejemplar de esta especie, lo sustituyen por una
variedad sin cuernos, Cerastes vipera, y le incrustan púas de
puercoespín en la cabeza para simular los cuernos. No sorprende que
la serpiente no tarde mucho en perecer.
La víbora cornuda del desierto suele
cazar de noche, cuando desciende la temperatura y los animalillos que
le sirven de presas salen de sus refugios para buscar comida.
Mientras históricamente se le a
asociado a la víbora cornuda del desierto con la reina Cleopatra, la
víbora lebetina, Vipera lebentina mauritanica, aparece en las
historias bíblicas como encarnación del diablo. Se creía que su
veneno, suficientemente potente para derribar al mejor de los
camellos, era la exhalación del maligno.
Es peligroso ver serpientes venenosas
deslizándose por el terreno, pero aún resulta peor que permanezca
ocultas bajo la superficie para atacar a víctimas desprevenidas que
pasen cerca de ellas. Uno puede protegerse de las serpiente venenosas
que ve, pero es muy improbable descubrir a una víbora cornuda del
desierto semienterrada en la arena. Si alguien la descubre, tal vez
sea porque acaba de notar que le ha clavado los colmillos en el pie.
Ejemplo de defensa:
En una noche de luna llena un muchacho
beduino camina temerariamente por la arena del desierto. Tiene la
mala suerte de molestar a una víbora cornuda que, sintiéndole como
una amenaza, se escabulle rápidamente de su vista.
Dispuesta para la acción, la serpiente
aguarda silenciosa bajo la arena, atenta a las vibraciones. El chico
se acerca y pisa el rabo de la serpiente, que se revuelve al instante
y le hunde los colmillos en el pie. Aullando de dolor y de sorpresa,
el muchacho se aleja como puede; aunque está gravemente herido por
el veneno, probablemente se recuperará.
La víbora cornuda del desiertovive en
los desiertos del norte del continente africano, desde Mauritania a
Marruecos, en todo el Sahara hasta Egipto. También se encuentra en
países como Jordania, Iraq, Arabia Saudí y Kuwait.
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ResponderEliminarGracias por la información
ResponderEliminarGracias está muy completa la información
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