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lunes, 22 de julio de 2013

Serpiente voladora (Chrysopelea ornata)

Serpiente voladora (Chrysopelea ornata). Unos completos dibujos de tonos claros y oscuros definen la piel. Ayudan a la serpiente a camuflarse en el follaje salpicado de motas de sol. La serpiente tiene unos ojos grandes y buena vista, algo vital para un depredador diurno que caza animales veloces. Aunque las escamas del vientre de la serpiente tiene laterales rígidos, las secciones centrales se pliegan hacia arriba. De esta manera la serpiente consigue crear la forma cóncava necesaria para saltar. Los sensibles orificios nasales husmean el aire en busca del olor de la presa.
Puede llegar a medir hasta 1,3 m, normalmente 1m. Come lagartos, ranas, aves y pequeños mamíferos como murciélagos. Vive en Bosques, regiones arboladas y plantaciones, aunque evita las zonas densas de árboles. Su tiempo de vida se desconoce.
La serpiente voladora vive a menudo cerca del hombre y protagoniza ataques virulentos cuando es manipulada. Por suerte, aunque las mordeduras de sus pequeños colmillos provocan hematomas locales, su veneno no tiene la fuerza suficiente para provocar consecuencias serias en el ser humano.
La serpiente voladora del paraíso es particularmente conocida por los bellos dibujos de su piel.
La hembra pone de 6 a 12 huevos de cascara correosa en un lugar oculto y seguro en un árbol. Los huevos tardan de 10 a 13 semanas en eclosionar para producir crías que miden unos 20 cm de largo. Al principio, las crías tienen colores y dibujos diferentes a sus progenitores.
La serpiente voladora tiene varios enemigos naturales, entre ellos el ser humano, que a veces las cree peligrosas. Otros depredadores son las serpientes más grandes, feroces o venenosas, como la serpiente de manglar de bandas amarillas (Boiga dendrophila).
En tiempos se pensaba que las leyendas sobre serpientes voladoras eran fruto de las mentes calenturientas de los primeros exploradores, pero esta elegante serpiente realiza saltos de planeo tan largos que parece volar. Las serpientes voladoras trepan por los troncos de los árboles con la mayor facilidad, y persiguen a sus presas saltando simplemente con las fauces abiertas de una rama a otra. Pero tal vez su cualidad más notable es la capacidad de planear desde lo alto como paracaídas vivientes.
Ejemplo de como vuela:
Después de trepar al tronco de un árbol del bosque, una serpiente voladora se enrosca en una cómoda rama y se tiende al sol. Pese a su actitud relajada, mantiene los ojos abiertos atenta al menor movimiento, y los anillos listo para la acción. Más tarde, siente la urgencia de buscar alimento. El suelo está a más de 50 m de distancia, pero ello no la disuade de lanzarse al abismo.
Extiende las costillas, aplana el cuerpo y estira el vientre para formar un semicilindro, como una caña de bambú abierta. Consigue así atrapar una bolsa de aire bajo su cuerpo y convierte la que, en otros seres vivos, sería una rápida caída en un elegante planeo.
Contoneando el cuerpo y utilizando la cola para equilibrarse, la serpiente controla la velocidad y la dirección de la caída. Cuando llega a un lugar idóneo, se posa entre el follaje con un ruido sordo. Apenas en un segundo recupera su forma cilíndrica habitual.
La serpiente voladora está distribuida por una amplia región del sur de Asia, desde el este de la India hasta Birmania (Myanmar) y el sur de China, en buena parte del sudeste de Asia. La serpiente se encuentra también en Sri Lanka y Filipinas.

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