Serpiente de cascabel (Crotalus atrox).
Cada ojo presenta una pupila vertical que se ensancha en la oscuridad
para dejar pasar la tenue luz. El cascabel, es una serie de escamas
córneas que encajan unas en otras de forma holgada. Cuando la
serpiente, al ser molestada, hace vibrar la cola (más deprisa de lo
que el puede ver el ojo humano) suenan como un cascabel. Dos fosetas
o sensores térmicos, una delante de cada ojo, detectan el fulgor del
calor corporal. La serpiente exhibe en el dorso un inconfundible
dibujo en forma de rombos. Le sirve para camuflarse mientras descansa
o cuando aguarda sigilosa a una presa.
Puede medir de 75 cm a 2,1 m y pesar
hasta 5 kg. Sus principales presas son pequeños mamíferos, aves y
lagartos. Su tiempo de vida es de 30 años (Cautividad).
La gente solía pensar que las
serpientes usaban el cascabel para “hablar” unas con otras y
“encantar” a sus presas, que se dirigían en línea recta hacia
su boca abierta. Hoy en día se cree que el cascabel evolucionó para
defenderse de los bisontes, que en tiempos recorrían Norteamérica
en inmensas y destructivas manadas.
Al terminar el otoño, las serpientes
de cascabel se reúnen por docenas en “guaridas” donde hibernan
en una cálida piña. Esta suelen estar cerca de las casas, pero
pasan desapercibidas.
A menudo, cuando la serpiente abandona
el estado de hibernación, lo primero (y último) que ve es el cañón
de un fusil. Cada primavera, se caza miles de serpientes de
cascabeles, y se capturan y matan otras muchas ante la mirada de las
múltiples agolpadas en “rodeos” de reptiles.
Un motivo por el que la serpiente de
cascabel es tan peligrosa es la inmensa cantidad de veneno que puede
inyectar, sobre todo si el animal no ha mordido nada (o a nadie)
recientemente.
Al caminar por los senderos del oeste
de Norteamérica es vital mirar bien dónde se pisa, sobre todo si se
escucha un siniestro cascabel. Ignorar este aviso característico de
la serpiente es un error tan grave que rara vez se repite. Muchos
depredadores del oeste americano se deleitan comiendo serpientes,
pero son pocos los que se atreven con una serpiente de cascabel. Esta
gran serpiente no rehúye la lucha para defender su terreno, lo que
no debe sorprender, dadas las armas de que dispone.
Un coyote en busca de comida molesta a
una serpiente de cascabel adulta que sesteaba al sol. El coyote está
muy interesado: no ha comido nada desde que salió de su guarida al
alba y la serpiente sería un desayuno perfecto, aunque tardío.
La serpiente retrocede cuando el coyote
avanza, y agita la cola con furia. El coyote decide que lo primero
que ha de hacer es terminar con el molesto cascabel.
Al instante, las serpiente ataca con
sus largos colmillos y le inyecta una dosis completa de veneno en la
carne. El coyote aúlla de dolor y se aleja arrastrándose,
agonizando hasta morir; la serpiente sigue dorándose al sol.
La serpiente de cascabel está
extendida desde el Centro-sur de California al Golfo de México en
Texas, y en varias pequeñas islas del golfo de California. Vive
principalmente en zonas secas, en particular las que contienen
matorrales y afloramientos rocosos. Es más común en tierras bajas,
aunque puede encontrarse en sistemas montañosos de hasta 2.000 m.