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sábado, 23 de noviembre de 2013

Serpiente nariguda (Philodryas baroni)

Serpiente nariguda (Philodryas baroni). La serpiente se agarra a las ramas enroscando su larga cola. Las escamas verdes ofrecen un excelente camuflaje cuando la serpiente cuelga inmóvil entre las hojas. Los ojos, con pupilas estrechas, posee un cristalino especial de enfoque rápido. Mirando a través de las hendiduras de ambos lados del morro, esta serpiente arborícola consigue una vista perfecta de sus presas. Su cuerpo es largo y delgado y también esta aplastado lateralmente para favorecer la fuerza horizontal.
Puede medir hasta 1,80 m, su alimento se basa principalmente en lagartos; también aves, murciélagos y ranas trepadoras. Tiene unos colmillos traseros que están cargados de veneno y que atacan la sangre y las carne. Puede tener hasta 24 crías vívas osea que la serpiente es ovovivípara que significa que pare directamente las crías en una bolsa como la de los mamíferos.
Aunque el veneno de la serpiente nariguda no es peligroso para el ser humano, puede formarse una hinchazón dolorosa alrededor de la herida, y a veces la zona se entumece.
Cuando la serpiente nariguda se siente amenazada, puede intentar asustar al enemigo aplastando la cabeza, abriendo la boca e hinchando el cuerpo, para lo cual separa las escamas y deja ver la piel azul brillante inferior.
La serpiente nariguda rara vez desciende al suelo, y consigue toda el agua que necesita sorbiendo las gotas de rocío y lluvia de las hojas y bebiendo de los pequeños charcos que se forman en los ángulos de las ramas.
Cuando se mira un objeto desde ángulos diferentes, su posición parece cambiar ligeramente, en un fenómeno que se denomina paralaje. Así, cuando la serpiente nariguda calcula la posición de su presa, mueve lentamente la cabeza de un lado a otro para estimar la distancia exacta antes de lanzar su ataque.
Observando a través de las hendiduras de su largo morro con sus ojos en rendija, este depredador, disparatadamente delgado pero letal, fija a su desventurada víctima con precisión instantánea y mortífera. Los lagartos arborícolas son su presa favorita. A menudo los desgraciados lagaros no logran distinguir a la verde y sinuosa serpiente oculta entre las hojas, para la que, ciertamente, ellos no pasan desapercibidos.
Ejemplo de método de caza:
Un lagarto se afana en su búsqueda de comida entre los árboles, a la caza de algún insecto u otra pequeña criatura. Por desgracia, está demasiado preocupado para advertir a una serpiente nariguda inmóvil en un grupo de hojas, con su larga y sensible lengua oteando el entorno para captar el olor de su presa. El lagarto se desplaza por una rama directamente a las proximidades de las sigilosa serpiente.
La serpiente nariguda mira fijamente a su víctima, enfilando el morro y ajustado el cristalino de los ojos para enfocar bien el lagarto. Gracias a su visión estereoscópica, la serpiente puede calcular perfectamente la distancia y, en un rápido movimiento hacia delante, atrapa el lagarto en la rama. Después, empuja la presa hacia la parte posterior de la boca y la muerde, con lo que pone fin a la lucha con una dosis de veneno.
Ocho especies de la serpiente nariguda vive en el Asia tropical, donde pasan la mayor parte del tiempo en los árboles y arbustos de las zonas de bosque abierto. Su ámbito se extiende desde la India y Sri Lanka hasta el sur de China e Indochina y las grandes islas del sudeste asiático, como Java y Sumatra.





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